Hoy quiero hablaros de la primera fase de esta aventura de ser papás.
Quizás sea la más importante y una de las que requiere más vueltas a la cabeza, más conversaciones contigo misma y con tu pareja.
¿Empezamos a buscar?
Me gustaría hablaros desde mi experiencia personal...no me gustaría llenaros de tópicos que no se ni si existen. Así que leed y extrapolad lo que podáis a vuestro caso. :D
Es difícil dar el paso, encontrar el momento. En mi caso, mi pareja y yo llevábamos mucho tiempo con ganas de tener niños, y siempre acabábamos la conversación con la frase mágica: "Cuando acabemos de pagar el crédito"
Y ya me veis, de nueve meses en plena crisis, con subida del IVA, bajada de mi sueldo, más dificultades para trabajar ¡y sin haber acabado de pagar el crédito! ¡Qué irresponsabilidad!
Lo cierto es que llegó el momento indicado. El momento en que nos dijimos el uno al otro: "No le podremos dar caprichos, pero podremos llenarlo de amor, cariño y buenos valores" Y nos pusimos a buscar sin dudarlo.
Cabe decir (y aquí hago un inciso) que debido a mi trabajo conozco a muchos niños, muchas familias. Y os digo, con la mano en el corazón, que un niño no necesita caprichos, no necesita muchos juguetes, o poder ir a comer hamburguesas cuando quiera... Necesitan abrazos, cariño, comprensión, aire libre, juego, conversar con sus papás, reír y ser felices. Y todo eso, si lo pensamos... ¡es gratis! Y lo triste del caso, es que muchos niños, provengan de donde provengan o sean de la clase social que sean...no lo tienen.
Mi consejo es que si os estáis planteando tener un bebé, os veáis capaces de darle (a parte de alimentación, salud, higiene y educación, claro está) todo lo nombrado anteriormente. Plantearos si sois realmente capaces de ofrecer amor, de ofrecer comprensión...OFRECER y ENTENDER.
Si la respuesta es sí, ¡Felicidades! vas a empezar a hacerlo desde YA.
La búsqueda puede no ser fácil. Hay parejas que tardan años en encontrar su embarazo. Nosotros nos encontramos con la tremenda suerte de acertar a la primera, pero no siempre sucede así.
(Lee el post anterior sobre el embarazo para más info)
Y aquí es cuando empiezas a ofrecer y a entender....pero también empiezas a ¡tener miedo!
Y es que los miedos te acompañarán a partir de ahora....hasta.....seguramente siempre.
Una pequeña clave: parece obvia, pero no lo veo en todas las parejas que esperan una criatura o ya la tienen: La relación con tu pareja debe ser sólida. Puede que esta situación y todo lo que va a conllevar, ponga en jaque vuestra relación. Necesitaréis pasar esos miedos juntos, hacer muchos esfuerzos para comprenderos, ser capaces de sacrificaros el uno por el otro y por el que está por venir. No confiéis en que la otra persona pueda cambiar, no confiéis ciegamente. Hablad mucho y no tengáis prisa. Las cosas pueden salir mal, y debéis ser capaces de ser lo suficientemente maduros como para afrontar la situación de la forma más beneficiosa para los tres (o cuatro o los que lleguéis a ser)
Con todo esto quiero decir, que lo más importante a la hora de plantearse ser padres no es tener mucho dinero, o un gran jardín donde puedan jugar, o colegios cerca...si estáis preparados, vuestra relación es sólida y estáis dispuestos a ofrecer y entender...¡Felicidades! Seréis unos grandes papás.
Un abrazo enorme y
¡Sonreíd mucho!